martes, 6 de agosto de 2013

El Misterio del Rey Rojo


Ante mi vista se extienden enormes campos de cebada. Desde por la mañana, hasta por la noche, su tonalidad varía desde un amarillo suave y pálido, pasando por tonos cobrizos hasta que, cuando el sol se pone tras una loma al atardecer, llega a alcanzar un intenso rojo fuego. Las cigarras y los grillos cantan pero el campo, como siempre por estas fechas, está más tranquilo al atardecer. Hay menos algarabía pues el Rey Rojo está emprendiendo el camino hacia el otoño.

Se celebra, por estas fechas, el Sabbat de Lammas. También es conocido con el nombre de Lughnasadh, por el rey Lug. Se recoge la primera cosecha del año. En algunas latitudes más al norte, se recoge por estas fechas, por otras, en cambio, hace mucho que fue recogida. Depende de la fuerza del sol y tanto más al sur, las cosechas se realizan antes.

Como todos sabéis, en brujería tradicional se celebran cuatro días especiales al año que obedecen a cambios estacionales, a mareas de tiempo que fluyen en espiral. La llegada del frío se celebra en la fiesta más sagrada de todas: Samhain o Halloween (31 octubre). El fin del invierno se celebra en Candlemas (2 de febrero), el vestido verde de la Dama se celebra la Noche de Walpurgis (1 de mayo) y la despedida del Rey Rojo se hace justo en estos días (2 agosto).

Y en estos días cantamos y celebramos la muerte y renacimiento de John Barleycorn, el espíritu del grano de la Primera Cosecha. Barley significa en inglés cerveza y corn, maíz. John Barleycorn muere en el misterio de la trilla y del molino y los hombres y mujeres lo comen en la forma de tantos alimentos y bebidas que se fabrican con el grano. El Rey sacrificado es llorado y celebrado al mismo tiempo encendiendo hogueras sobre las colinas y otras alturas del terreno en lo que se denominan, Lammas Wakes, algo así como Los Despertares de Lammas, donde celebramos la resurrección simbólica del Rey Rojo después de su primer sacrificio anual, la Cosecha.

Antiguamente, en Inglaterra, la última gavilla era cortada y preparada con especial pompa y ceremonia. Después se llevaba a la casa donde era mostrada en la entrada durante todo el invierno, siendo retornada a la tierra cuando los campos eran arados en la siguiente primavera. En ocasiones, el espíritu del grano era invitado a "habitar" tejidos y muñecos realizados con ramas de trigo entrelazadas con complicados patrones. Son las llamadas Muñequitas y figuras de trigo.

Estas figuras se cuelgan habitualmente en paredes, no como decoración sino como protección, como los amuletos que se elaboran en las Highlands escocesas atando cuerdas rojas alrededor de ramas de serbal y colocándolos después sobre las puertas.


Los símbolos sagrados de Lammas son la hogaza de pan, la cerveza, los brotes de roble, que resurgen en esta época del año en países del hemisferio norte, la gavilla de grano y el águila.

A nivel de alma hemos vuelto a dar un giro anual. Cada celebración es una nueva vuelta en una espiral ascendente donde el alma, nuestra alma, evoluciona… o no. Pero siempre hay otra oportunidad, otra vuelta más para conseguir esos objetivos. Como brujos, utilizamos las mareas estacionales para marcarnos objetivos, para observar cómo evoluciona nuestra alma y nuestra vida, pues lo que es adentro, es afuera.

Los campos y la tierra han madurado. Ahora solo podemos sentarnos a recoger el resultado de nuestra cosecha y celebrarlo.



1 comentario:

  1. no se como lo haces, es que te leo y se me ponen los pelos de punta de tan bonito y de lo que me tocas con tus palabras... las palabras tienen mucha magia verdad? tu las dejas aqui puestas en tu blog, y horas o días después consiguen que se le erice el vello a alguien. me encanta Marta. Gracias

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