domingo, 29 de diciembre de 2013

La Cacería Salvaje


En todo el norte, centro y sur europeos, en cada valle, cada pueblo y rincón perdido de las montañas encontraremos la misma historia, repetida de una y mil maneras pero coincidente en algo: un fenómeno portentoso surca, en las frías y oscuras noches del solsticio, el cielo helado. Desde el calor de los hogares, una tremenda y furiosa algarabía parece vociferar entre las cumbres de las montañas y su rugido salvaje reverberar en las tranquilas aguas de ríos y lagos.

Desde hace siglos se cuenta la misma leyenda. Algo que se mueve por la noche y por el cielo desde épocas remotísimas. Un grupo más o menos numeroso de jinetes, con indumentaria de caza o militar, recorre el cielo sobre caballos y acompañados de perros fantasmales. Parecen perseguir a algo o a alguien pero desde luego su paso es de todo menos sigiloso. En movimientos como sincopados, fustigan a sus espectrales monturas. Un enorme estruendo que acompaña rayos, truenos y vientos huracanados acompaña a la Cacería Salvaje, siempre guiada por un espíritu mitológico. Las gentes europeas dicen que son muertos, almas perdidas, dioses relegados al olvido los que recorren el cielo en las noches del invierno. Normalmente estos ejércitos fantasmales estaban conducidos por el dios germano, Odín. De hecho a la Cacería Salvaje se la conoce como La Tropa de Odín, entre sus muchos nombres.

Decían algunos que eran grupos de almas en pena, de demonios guiados por la Dama Holda, por la Perchta y según los cristianos, algún dios pagano y temible proveniente del infierno. Todos aquellos que la veían corrían despavoridos a esconderse pues su mera visión o situarse a su paso era aviso y premonición de muerte. En no pocas ocasiones, además, la Tropa de Odín anunciaba la llegada de alguna calamidad, desgracia o enfermedad.

Si bien podríamos pensar en que el origen del mito son las tormentas y las tempestades, muchos acontecimientos, ligados a la aparición de la Cacería Salvaje descartan ese origen simplista que tanto gustaría a un científico oficialista. Existe tal número de testimonios y tradición sobre la Cacería Salvaje que podrían llenarse varios libros para recoger toda la casuística, tradiciones y leyendas como para ser un mero mito o leyenda originados en el imaginario colectivo.  El fenómeno era algo real pues a su paso hasta las vacas dejaban de dar leche durante varios días y los perros ladraban y huían enloquecidos.


Si hace una semana hablábamos de la Santa Compaña, hoy hablamos del origen de esta congregación fantasmal que recorre los bosques que aún, y esperemos que por mucho tiempo, quedan en pie. Con la llegada del cristianismo, la Cacería Salvaje se transformó y pasó de surcar los cielos a recorrer, precedida de un silencio denso y misterioso, los caminos de tantos y tantos lugares que aún hoy, son testigos de su enigmático paso. Mi personal punto de vista es que existen otras dimensiones que se solapan con la nuestra y que, ciertas personas, tienen la habilidad o facultad de detectarlas. En ocasiones, esas dimensiones se entrecruzan con la nuestra y se dejan ver y oír. La Tropa de Odín es algo que durante un tiempo no tuvo ningún problema en manifestarse o quizá no ha dejado de hacerlo y solo somos nosotros que hemos dejado de escuchar, de ver y oír con los ojos del espíritu, que es el que lo ve todo.

El origen de la Cacería Salvaje y sus peculiares características evolutivas  se halla, además, en una serie de herencias culturales que pueden rastrearse hasta las tradiciones chamánicas heredadas del Paleolítico, cultos de cofradías y asociaciones secretas de guerreros, las celebraciones asociadas a los tránsitos estacionales y a las actividades extraordinarias de personajes mitológicos de carácter psicompómpico, es decir, capaces de conducir el alma de los muertos hacia las regiones del Más Allá. La Tropa de Odín está, desde luego, asociada a los muertos y a su actividad cuando dejan este mundo y tiene que ver con los cultos y creencias en los difuntos.

Todas las celebraciones y costumbres ligadas a los carnavales, fiestas populares de determinadas épocas del año y todas las actividades nocturnas ligadas a los cielos y al invierno tienen su origen en esta Cacería Salvaje y pagana que fue más evidencia que creencia para nuestros antepasados.


Bibliografía utilizada: 

  • Ejércitos de muertos y viajes al otro mundo. José Luis Cardero López. Booksedit.
  • Wilde Jagd und Wütendes Heer: Ein Streifzug. Gardenstone. 




10 comentarios:

  1. Hola Marta, como siempre, una entrada muy interesante. Confieso que no había oído hablar de estas figuras, que como tu creo que compartimos mundo, pero estamos en planos diferentes de los que hemos perdido su visión. Las creencias nórdicas me son.muy desconocidas, pero lo que dices me ayuda a solucionar esta carencia.
    Si me suena una base común recogida en la novela de Blasco Ibañez; Los cuatro jinetes del Apocalipsis. Bueno si tomamos la cultura cristiana como un medio en el que buscar conocimientos absorvidos por el propio cristianismo, podremos trazar patrones y desempolvar aquellos conocimientos.
    Gracias por tus publicaciones Marta. Son algo que no se puede perder. Quizá además de tu futuro libro que recoges cuentos antiguos, puedas hacer uno recopilatorio de tu blog, en cuanto a conocimiento.brujeril,creo que puede merecer la pena.; )
    un fuerte abrazo y que tengáis una feliz entrada de año.
    Besos!!!

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  2. cada vez me gusta mas tu blog, ojala publiques tu libro pronto.
    Abrazo.

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  3. Interesantisimo tema nuevamente relatado Marta ! Muy feliz año nuevo por allí ! Que este lleno de magia, luz, felicidad, posperidad y una muy buena siembra en este comienzo ! Felicidades nuevamente!

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  4. Marta, te deseo lo mejor para este nuevo año que acaba de comenzar.
    Un sincero abrazo de María.

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  5. Hola Marta Te saluda Javier, antes que otra cosa, te deseo el mejor de los años, esperemos y publiques tu libro y pueda llegar a México. Por otro lado te comento que este Post es muy interesante, el dato que pones del Paleolitico me dejo frio , cuanto conocimiento existe desde tiempos inmemoriales....PD. He dejado algunos correos en el tuyo,ojala me puedas ayudar leyendolos. saludos

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  6. Cuando oigo lo de Cacería Salvaje siempre me acuerdo de cierto otoño con 11 años más o menos. Estaba en un parque columpiandome con otros niños de mi barrio y el cielo empezó a oscurecerse. Aparecieron unas nubes enormes medio verdes y azul oscuro, el viento comenzó a soplar con violencia y comenzamos a oír truenos (luego vinieron los relámpagos claro). Nos asustamos de la violencia con la que actuaba el clima, pero en vez de salir corriendo yo me empecé a gritar al cielo, con el corazón a mil mientras seguíamos columpiándonos. Y cada vez la tormenta se acercaba más. Los demás gritaban también -¡EL APOCALIPSIS, ES EL FIN DEL MUNDO!- terminamos riéndonos como si no hubiese mañana... Y subiendo a casa corriendo por si nos caía una rama o alguna teja encima. Fue una tormenta ejemplar, una Cacería Salvaje en toda regla, y nosotros animándola y riéndonos a más no poder.

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  7. Hola marta, leyendo tu publicación me viene a la mente algo que he observado y persibido; durante los días marcados como sagrados del ciclo de la tierra y el sol que para mi son cuatro y son samhain, imbolc, beltane, lughnadsad, estas tormentas de viento y brisa se presentan alrededor de esos días.
    Saludos.

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  8. Oi Marta sou nova aqui e estou impressionada com tudo que estou lendo ,eu não sei se tenho o dom mas sei que sou apaixonada por essas coisas e tenho curiosidade ,mas são tantas coisas na internet que não sabemos só certo o que podemos ler ou não ,mas estou amando

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  10. Hola Marta, gracias por tus escritos son muy interesantes, informativos e instructivos. me gusta tu manera de redactar.
    Quería preguntarte, qué relación tienen Hécate y Cernunnos con la cacería salvaje?
    muchas gracias y sigue escribiendo.

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