viernes, 29 de marzo de 2013

La Brujería y su misteriosa Escoba



Es superstición herética  creer en esas mujeres malvadas que aseguran volar a lomos de ciertas bestias junto a la diosa pagana Diana en mitad de la noche y recorrer volando vastas extensiones de tierra. Canon Episcopi (siglo X).

En Brujería tradicional la escoba es símbolo del vuelo espiritual, del viaje entre los mundos una vez hemos cruzado el cerco. Es símbolo de purificación y renacimiento. Muchas representaciones y rituales de máscaras llevan en el séquito a un hombre o una mujer portando una escoba.

Existían y existen ungüentos hechos con determinadas plantas que, aplicados en ciertas zonas del cuerpo, producen un viaje místico que es conocido como “El Viaje al Sabbat”. Este tipo de hierbas contienen una sustancia llamada atropina, un poderoso alcaloide que provoca viajes alucinógenos. La belladona, la raíz de mandrágora, la datura, el beleño, el estramonio, el eléboro, el Bálsamo de Galaad, etc. Plantas que nunca han de ingerirse pero que sí se pueden aplicar, con precaución, sobre la piel.

Se han dicho muchas tonterías al respecto. Como forma anecdótica diré que hay autores, por supuesto ajenos a la brujería y muy dados a meterse en camisas de once varas y escribir de oídas, que aseguran que el palo que llevamos los brujos tenía y tiene el fin de ser untado con estos ungüentos y después ser introducido en nuestra vagina y otras partes pudendas para que el bálsamo hiciese más efecto. Hilarante como poco. Allá ellos con su afligida estupidez.


El Palo o el Stang proviene de los albores de los tiempos. Hunden su raíz, como los vuelos brujiles, en el chamanismo más antiguo. Están basados en la creencia chamánica de inducir transformaciones que le dan a una persona el poder de volar. En muchísimas culturas primitivas los chamanes se transforman en pájaros y otros animales. Vuelan por los aires a la espalda de otras criaturas, como por ejemplo gansos, y sobre todo vuelan sobre palos mágicos como horcas (herramienta agrícola) y también, como no, escobas.

La idea chamánica del “vuelo del espíritu” se ha encapsulado en el folklore europeo en forma de vuelo sobre una escoba. En Brujería tradicional la escoba simboliza la entrada al Otro Mundo, al Mundo que se encuentra al otro lado del Cerco. Allá donde los brujos del cerco viajamos.

Pero además la Escoba es una poderosa herramienta utilizada en brujería tradicional y también en la Wicca. En Westfalia las casas se barrían ritualmente con una escoba blanca decorada con cuernos de vaca y que después del acto ritual era colgada sobre la puerta del establo con el ánimo de proteger a los animales de entrada de virus y otros elementos no deseados.

Ritualmente y según la tradición de la Brujería Tradicional, el palo de la escoba ha de estar hecho de madera de fresno, material que representa al elemento Aire. Las ramitas han de estar hechas de abedul, representado a la Dama o a la Tierra y se usan ramas de sauce para juntar las ramas de abedul, representando el elemento Agua ya que los sauces crecen junto a los ríos. El Sauce es además símbolo lunar. No obstante, dependerá de tu tradición utilizar unos árboles u otros.

La escoba se utiliza para limpiar el espacio que delimitamos para celebrar nuestros ritos mágicos, sean estos invocaciones o hechizos. Con la escoba barremos simbólicamente el lugar visualizando que una poderosa energía que emana de la escoba arrastra cualquier residuo astral nocivo y lo echa fuera del Compás o Círculo Mágico donde, una vez realizado este ritual de purificación, habremos de realizar nuestros trabajos sin temor a interferencias indeseadas.


Podéis extender su uso a otras zonas de la casa, sobre todo en la entrada, barriendo simbólicamente el lugar para evitar que penetren en el hogar esas energías nocivas. Como forma de aumentar la protección es bueno dejar una escoba detrás de la puerta principal para proteger a los moradores de la casa o atravesarla en el suelo por las noches para evitar ataques de energías negativas.

Un consejo: no usar nunca la misma escoba que utilizáis para barrer la casa que la escoba usada de forma ritual. Incluso os la podéis fabricar vosotros mismos cogiendo las ramitas y los palos caídos por el campo. Los objetos mágicos mucho mejor cuando están recogidos o hechos con nuestras propias manos. Su poder se incrementa mucho más.

martes, 26 de marzo de 2013

El Poder de la Luna Llena



La luna es una fuente de energía mística. En esta fase la luna tiene su poder máximo. Está llena de luz y brilla en el cielo hasta el punto que se puede ver perfectamente el paisaje. Al igual que ella, las personas nos encontramos literalmente “henchidas”, tanto de energías positivas como de energías nocivas. Por esta razón es conveniente hacer trabajos mágicos que nos ayuden a liberar esa presión contenida. No en vano en esta fase lunar se cometen más delitos y los animales andan inquietos.

Es probable que en esta etapa uno se pueda sentir “desbordado”. Las emociones están a flor de piel. Los brujos sabemos que las emociones están regidas por el elemento Agua y al igual que la luna tiene un efecto directo sobre las mareas, igualmente sobre nosotros tiene un poder similar, haciéndonos sentir más susceptibles. Es época donde se favorece el estado de vigilia así que es fácil tener insomnio. Es bueno, para paliar estos efectos, tener más actividad física y hacer trabajos creativos donde se canalizarán muy bien nuestras energías y habilidades.

Así, en la fase de Luna Llena haremos hechizos que tienen que ver con comienzos. Con esta luna damos impulso a todo aquello que queremos que progrese, que aumente y se logre.

La energía de la luna llena es usada para desvanecer influencias no deseadas en tu vida. Para estos trabajos podéis ayudaros de la fuerza inmensa de la Dama, de Hékate. Ella os ayudará a transmutar lo que esa mala influencia dejó en vosotros.


En Luna Llena haremos Magia protectora y adivinación. También todo aquello que significa evocar hechos pasados. La energía de la luna es tan fuerte que se proyecta más allá del espacio-tiempo.

También para trabajos que requieran vigor. La luz de esta luna revigoriza, habilita, ilumina, transforma y satisface.

Es la más apropiada para hacer hechizos que incluyan fertilidad, virilidad, creatividad, belleza, salud, comunicación y bendiciones. También trabajos proféticos y asuntos de naturaleza psíquica por lo que es el mejor momento para que uséis herramientas de adivinación como oráculos, bolas de cristal, péndulos, etc.

Y un consejo: en esta noche tan especial se abre un portal para contactar con nuestra Hada Madrina. Búscala y pídela aquello que más deseas. No son como las de los cuentos, no. Una pista: son poderosos seres que trabajan en todo aquello que a nosotros nos es necesario y no nos atrevemos a pedir o a iniciar. Confía y con su ayuda haz eso que llevas tiempo demorando.

La Luna llena es el período más propicio para cosechar, sacar el estiércol de los corrales, remover el estiércol (incluso rebajaremos mucho el mal olor), cortar caña, o sembrar plantas de fruto.  

domingo, 24 de marzo de 2013

Dónde moran los Duendes


Cuentos Hans Christian Andersen

No sólo se les puede ver a media noche sino cuando el sol se oculta tras el horizonte. Cuando vas a la cocina a por un vaso de agua y mientras lo coges, te parece ver algo pasar por el rabillo del ojo. Pero no es una ilusión centesimal, sino visión y muy real.

Es un duende y te parecerá que una sombra de medio metro de altura, fugaz como un relámpago, se ha deslizado por tu pasillo. Aunque no viven en todas las casas así que, si has visto uno, tienes suerte. Te han elegido a ti. Porque solo viven en las casas de aquellas personas que creen en ellos, que no tienen la televisión encendida todo el día, la música alta y en general no hacen esos ruidos que agreden los sentidos y que muchos se empeñan en hacer para no escuchar su interior.

En realidad suelen estar por toda la casa, pero tienen predilección por la cocina. Sobre todo cuando llega la noche porque en realidad, muy al contrario de lo que la gente se piensa, no suelen comer nuestra comida, sino beber nuestros licores y nuestros vinos. No soportan la luz eléctrica porque les deslumbra y se sienten muy inquietos y agredidos. Si alguien que está leyendo este pequeño texto cree que tiene un duende en su casa, un consejo: nunca enciendas las luces del techo. Les horrorizan. No las soportan y es que este tipo de luz ilumina los rincones más oscuros y misteriosos, deslumbrando la magia y ahuyentándola. La luz estridente convierte todo en demasiado evidente…


Así que enciende velas cada noche, aunque sea un rato.

Porque su luz titila en la oscuridad, porque construye sombras en la pared que son como fantasmas, a la gente se la escucha mejor, el salón deja de ser solo un salón y aparecen cosas que nunca antes pudiste ver. Algunos rincones están tan oscuros que parece imposible que sean simples rincones sino la entrada a algún mundo secreto. Porque ya no quieres ir solo al baño, porque alguien cuenta un cuento, porque dicen que un duende ha bajado por la chimenea y otro ha excavado un túnel, porque a tu gato le brillan los ojos y parece un gremlin, porque parece que ya no es un gato… Pero si alguien enciende la luz, los duendes se marchan corriendo y la magia desaparece.

jueves, 21 de marzo de 2013

Los Sabbat de la Brujería Tradicional



Si bien hemos hablado de los 8 Sabbat de las brujas, hoy hablaremos de los Sabbat que celebra la Brujería tradicional, pues la forma de celebración es diferente.
La Brujería tradicional se refiere a las creencias y prácticas de familias que practican el Arte siempre en fechas anteriores al siglo XX. Esto se hace así porque se considera que a partir del siglo XX comienza lo que se conoce como Neopaganismo y Wicca.

El calendario Wicca y Neopagano está dividido, como ya explicamos en este post, en 8 Festivales o Sabbats, es decir, los cuatro festivales tradicionales más los dos solsticios y los dos equinoccios. Pero éste sería un desarrollo moderno porque los antiguos pueblos centroeuropeos, así como los celtas y otras comunidades no observaban en los tiempos precristianos ni los solsticios ni los equinoccios.

En realidad ni siquiera observaban cuatro estaciones sino que dividían al año en dos partes: verano e invierno. Fue Gerald Gardner, el fundador de la Wicca, quien inventó el concepto de los ocho Sabbat influenciado por una comunidad de Druidas en Inglaterra que buscaban revivir antiguas tradiciones y que incorporaron ciertas novedades.


En la Brujería tradicional los días que se celebran difieren de una región a otra, de una tradición a otra e incluso de una persona o familia del Arte a otra. Normalmente no se suelen celebrar ni los equinoccios ni los solsticios sino los cuartos de las estaciones, más relacionados con Fiestas solares o Fiestas del fuego que están influenciados además por las fechas agrícolas de la plantación y de las cosechas e incluso las épocas de apareamiento y lactancia de ciertos animales domésticos.

Así, y como ya hemos explicado, no siendo norma pero sí tendencia, en Brujería tradicional se celebrarían estos cuatro Festivales o Sabbat:

Samhain: 31 octubre. Se celebra el comienzo de la Estación Oscura, del invierno. También se celebra el fin de la temporada de cosechas.

Imbolc o Candlemass: 2 Febrero. Fiesta de la luz, la esperanza de la primavera por venir. Asimismo se celebra el periodo de lactancia de las ovejas. Tiempo de despertares e iluminaciones.

Noche de Walpurgis: 2 de mayo. La transición de la primavera al verano. Fiesta del fuego y fiesta de fertilidad. Periodo de apareamientos, de limpieza y de renovación.

Lammas o Lughnasadth: 1 de agosto. Fiesta de la primera cosecha del año. Se encienden hogueras y se celebra el sacrificio del Rey Rojo, Jonh Barleycorn, el espíritu del grano.

Con esto quiero decir que las personas que pertenecen a una tradición antigua o a una familia del Arte, celebrarán lo que viene siendo tradición para ellos por su zona geográfica o por sus propias costumbres. En cambio si llegas al Arte por primera vez, es preferible que leas sobre estas festividades y celebres aquellas que más se ajustan a ti pues nada es mejor ni peor.

¡De todas formas, FELIZ OSTARA!

lunes, 18 de marzo de 2013

El Secreto Quinto Elemento I



Vivimos en un mundo donde se nos ha inculcado, desde que somos pequeños, que la vida es poco menos que una biología que funciona con la precisión de un reloj hasta que deja de hacerlo. Nos muestran el universo separándonos de él, diciéndonos he ahí el sol y allí la luna, aquí hay un árbol y eso es un río. Sin más. De esta manera nos hacemos mayores creyendo que todo es un mero escenario de cosas, objetos sin más que están ahí a nuestra disposición. Que nosotros, los seres humanos, tenemos todo el derecho del mundo a utilizar esos “objetos” o cosas.

Los brujos no vemos el mundo así, ni mucho menos. En algún momento accedimos a un conocimiento secreto que nos explicaba que todo, absolutamente todo lo que existe en el universo, está dotado de Espíritu y es ese espíritu el que nos hace diferentes y únicos con respecto a todo lo demás.

Los Antiguos adoraban al sol, y al río, a los lagos, a los árboles, a las flores e incluso a las piedras. ¿Por qué lo hacían? ¿Eran seres primitivos que no tenían conocimiento alguno sobre cómo funcionaba el universo? ¿Acaso eran supersticiosos y pensaban que todo era un simple prodigio? Bien. Quien ahora nos inculca semejantes barbaridades lo hace con el fin de despojarnos de lo más sagrado que tiene el ser humano: el Espíritu. Un Espíritu al que si le despojamos del adoctrinamiento al que ha sido sometido durante años reconoce, en lo más profundo de su ser, que todo lo que vemos está dotado de un Espíritu y que todo tiene vida y conciencia. Y por eso el Sol es un dios, y como tal lo adoramos en brujería. Y lo bendecimos, y le hacemos ofrendas y hablamos con él. Y también con la lluvia, y con el viento y como no, con las piedras.


Los Antiguos no eran tontos. Tenían ese conocimiento secreto, lo aplicaban y les funcionaba. Por eso sabían convocar a la lluvia, alejar tormentas y sanar enfermos… Porque sabían y conocían que nuestro Espíritu se comunica con los demás seres. Porque todo es conciencia en distintos grados de evolución.

Por eso, en Brujería, tenemos en cuenta antes que nada, la importancia del secreto Quinto Elemento para realizar nuestros hechizos y celebrar nuestros ritos. Es el Espíritu, trabajado y equilibrado, quien convoca, llama y trabaja con los demás elementos. Es tarea principal de la Brujería forjar ese Espíritu, templarlo, hacerlo resistente y flexible a la vez. De ahí provienen el sagrado Oficio de la Herrería, el simbólico arte de trabajar y modelar el material más duro, pues quien no lo conoce, no podrá hacer Magia jamás. Quien lo conoce, se convierte en brujo. 

viernes, 15 de marzo de 2013

La Magia del Cuarto Creciente



La fase de Luna Creciente es la que va desde la Luna Nueva hasta la Luna Llena. Comienza a los tres días y medio posteriores a la Luna Nueva. Es la fase en la que la luz aumenta. La luz está en el lado derecho de la luna.

Si en la Luna Menguante y la Luna Nueva estábamos elaborando hechizos para cerrar asuntos, liberar emociones y hacer trabajos de introspección, en esta nueva fase lunar tenemos todos los elementos mágicos propicios para realizar hechizos y trabajos que potenciarán todo lo que deseamos.

En Luna Creciente hacemos rituales y hechizos para atraer o incrementar y también se realizan rituales de protección y curación. Es decir, haremos trabajos para potenciar nacimientos, sean estos de ideas, proyectos, cursos, etc. Hechizos de fuerza, crecimiento, amistad, armonía, felicidad, logro de objetivos o metas, viajes, protección, enseñanza, trabajar con el clima (para atraer ciertas cosas), cambios positivos y también potenciar la salud, la buena suerte y el dinero. En general, podemos decir que es una fase para atraer o incrementar asuntos positivos así como para efectuar cambios.

En Wicca corresponde a la fase orientada a la Diosa en su imagen de Doncella. Su arquetipo es el de Diana Cazadora o el de las diosas guerreras como las Amazonas y las Valkirias.

También es el tiempo de pedir deseos y potenciar nuestra clarividencia.


En general, en esta fase del Cuarto Creciente el cuerpo recupera fuerzas perdidas así que es buen momento para tomar vitaminas y minerales pues nuestro cuerpo se encuentra más receptivo después de la época de “liberación” y desintoxicación vivida en la Luna menguante y la Luna Nueva. También deberemos ser cautos pues al igual que estamos receptivos para asimilar vitaminas, también tenemos una tendencia a engordar pues nuestro cuerpo, como hemos dicho, asimila todo con más facilidad.

Y siguiendo este hilo, por lógica, es la fase de la luna adecuada para elaborar aceites, ungüentos, polvos y aguas utilizando flores y frutos ya que éstos se encuentran en la naturaleza más enriquecidos.

Es el mejor momento para sembrar todas las plantas que crecen en altura y dan frutos, como los tomates, los guisantes, las judías… en general todas las plantas es bueno plantarlas en esta fase.

Tiempo de ordenar y hacer espacio. La Luna creciente es tiempo de crear cosas.

lunes, 11 de marzo de 2013

Los Cuatro Elementos de la Brujería



Conocer los Cuatro Elementos es fundamental para practicar el Arte pues sin ellos no es posible la Magia. Ésta sucede y se hace por la libre interacción de los cinco Elementos: Aire, Tierra, Fuego, Agua y Espíritu. Aunque en este post nos vamos a centrar en los cuatro elementos de la naturaleza. El espíritu lo dejamos para otra ocasión, pues es de gran importancia.

Toda la vida en la Tierra depende de estos cuatro elementos. Experimentamos el viento en el aire que respiramos. Puede ser una delicada brisa veraniega y un huracán enbravecido que destruye todo a su paso. La tierra es la arena, los minerales, las rocas, el suelo, el subsuelo… Aunque también puede ser un devastador terremoto que destruye la vida. El Agua son los océanos, los lagos, los ríos… Puede ser un mar en  calma pero también un poderoso maremoto. El Fuego es el calor y la luz. Es el agradable fuego que calienta nuestro hogar pero también es un terrible incendio que asola un bosque. Como podéis ver, los elementos no son buenos ni son malos, simplemente son. La Brujería tradicional no cree en que esa deidad a la que llaman Gaia y otros nombres sea todo bondad sino que comprende que esa Diosa puede dar la vida y también quitarla. No por eso deja de amarla. Nunca olvidéis la sombra, pues sin ella no podríamos trabajar.

Pero además de ser los Cuatro elementos fundamentales en los cuales se asienta la vida, en brujería simbolizan algo más. Así encontramos que el Aire simboliza nuestros pensamientos, el Agua nuestras emociones, el Fuego es la acción, el impulso creador y la Tierra es la manifestación de todo lo que pensamos y sentimos, todo lo físico, desde un trabajo a una relación, la creatividad, etc.

El quinto elemento, el Espíritu, es el que equilibra los otros cuatro elementos. Sin ese equilibrio, no es posible realizar Brujería. Puedes conseguir ciertos resultados pero el logro dejará mucho que desear. De ahí la importancia de dedicar un post aparte al elemento Espíritu. No olvidar que la Brujería es un fascinante camino espiritual de búsqueda interior que no acaba nunca.



El Compás circunscribe todos los elementos y limita el espacio sagrado donde realizar nuestro Arte. Es fundamental conocer las cualidades mágico-simbólicas de los cuatro elementos y su dirección correspondiente. Como orientación para nuestro Camino. Para ello os dejo un cuadro con ellas de una traducción realizada por mí de The call of the Horned Piper, de Nigel Jackson:

NORTE
Aire, color negro, la Estrella Polar, Frío, Sueño, Muerte, Verdad, Destino, Iniciación, Dama Herodias, el Viejo Espíritu, la Cacería Salvaje, la Cabalgata de las Hadas, Cabra, Búho, Perro negro, Cuervo, Vara, Piedras agujereadas, Cabeza.

SUR
Tierra, color Blanco, Amor, Calor, Vida, Abundancia, Fertilidad, Soberanía, Diosa de la Tierra y el Grano, la Dama o Reina de las Rosas, Yegua, Abeja, Pies, Genitales, Bastón de roble, Megalito.

ESTE
Fuego, color Rojo, Sol, Despertar, Luz, Juventud, Energía creativa, Carnero, el atareado Herrero, la Diosa Liebre, el Zorro, la Mano derecha, la Escoba de abedul, la espada, el arthame o cuchillo ritual.

OESTE
Agua, colores Gris y Verde, Luna, Niebla, Sonido, Sombra, Edad, Energía reflectante, las Damas del Lago, Cisne, Gato, Sapo, Mano izquierda, Caldero, Copa, Peine, Espejo, Manzana.

jueves, 7 de marzo de 2013

Los Secretos de la Luna Menguante



Noche estrellada. Alex Ruiz

La luna es menguante cuando pasa de llena a nueva, es decir, cuando el lado izquierdo tiene luz o parece una C.

Ahora nos encontramos en la fase de Luna Menguante. Para la Wicca es la fase de la luna en que la Diosa adquiere el aspecto de Anciana. Dato que me parece muy relevante porque esta fase lunar entraña un aspecto de madurez que nos empuja y ayuda a tratar asuntos que requieren de una honda sabiduría. Es, desde luego, la Luna de Hékate, todo lo que tiene que ver con encontrar nuestra sombra, trabajarla y transmutarla.

La Luna Menguante es la fase que cierra el ciclo lunar. En esta fase en que la luna va disminuyendo su luz, el cuerpo y la mente también se relajan al mismo ritmo. Encontramos más facilidad para desprendernos de todo aquello que nos sobra: líquidos, grasas, toxinas, pensamientos tóxicos, etc. Así nuestro nivel de agua disminuye. Por esta razón las emociones más negativas e incluso nocivas están a flor de piel y es buen periodo para removerlas, sacarlas a flote y sanarlas. No es casual que las heridas cicatricen mejor durante este periodo.

En Luna Nueva realizamos hechizos que disminuyen o quitan algo: alejar enemigos, enfermedades, espíritus, situaciones que nos disgustan... Llevamos a cabo trabajos que alejan, disminuyen o llevan a término asuntos pendientes. Se hacen hechizos y rituales que involucran la exoneración, la reversión, la muerte y la resurrección, la sanación, la sabiduría, la madurez, la contramagia, liberarse de ataduras, superación, hechizos para modificar el clima, la pérdida de peso, la venta de propiedades y el rompimiento de adicciones, malos hábitos y rachas de mala suerte.


Es la fase de la luna cuando los Oscuros realizan sus hechizos: trabajos de Magia Negra, maldiciones y todo aquel trabajo que interfiera la voluntad del otro. Pero esta fase lunar es muy propicia para la ruptura, aniquilación y devolución d de este tipo de trabajos oscuros.  Es por lo tanto la mejor época y la más propicia para efectuar limpiezas energéticas duraderas, tanto de personas como de cosas.

Como en esta fase lunar eliminamos toxinas con más facilidad, es muy buena época para iniciar un plan de adelgazamiento, para realizar tratamientos de limpieza de piel y para el acné.

Si queremos que el pelo crezca más despacio pero con mayor fortaleza, es la mejor época para cortárnoslo. También sucede lo mismo con las uñas.

Justo tres días antes de la Luna Nueva (que este mes cae el lunes 11 de marzo) no es conveniente hacer ningún hechizo ni trabajo mágico de ningún tipo. Estos tres días son llamados Días de la Luna Negra o Invisible. Por todo lo explicado en este post, al ser una fase de eliminación, de liberación y sobre todo de trabajo fuerte interno para conocer nuestra sombra, no podemos dedicarnos a “construir” nada. Debemos vaciarnos primero antes de empezar algo nuevo. La tradición popular, sabia siempre, nos dijo a las brujas que no hiciésemos hechizos en la Luna Negra porque no obtendríamos los resultados deseados. Toda la sabiduría popular, como podéis ver, tiene un origen en un saber que, si no lo remediamos, desaparecerá para siempre. Aunque los brujos estamos, entre otras cosas, para evitar que eso suceda, ¿no creéis? 

lunes, 4 de marzo de 2013

El Influjo de la Luna





Una de las cosas que más hay que tener en cuenta a la hora de realizar nuestros trabajos mágicos es observar las fases de la luna pues éstas son una señal en el cielo que nos indica qué podemos o no podemos realizar según si mengua o crece. Es muy importante porque no por casualidad las gentes que trabajan el campo realizan ciertos trabajos dependiendo de en qué fase se encuentra la luna.

Sin ir más lejos, hace unas semanas, en Cuarto Creciente, los agricultores de la zona donde vivo andaban trabajando de noche. Esto sucede así porque es la época de siembra, sobre todo para las plantas de altura y las plantas que dan fruto como las Tomateras y los Guisantes. De hecho, los agricultores trabajan el campo dos o tres días antes de la Luna Llena.

Cada mes, tu nivel energético crece y decrece al mismo tiempo que lo hace la luna. Algunas veces te sientes con muchas ganas de comenzar nuevos proyectos, otras solo tienes ganas de estar quieto y contemplativo. La luna nos hace sentir deseos de movimiento, de aventura, de ser productivos pero también nos hace sentir soñadores, melancólicos, aletargados e incluso revueltos a nivel emocional. Aprender a realizar nuestros hechizos y trabajos mágicos teniendo en cuenta las Fases de la luna nos ayudará a canalizar mejor nuestras energías pero sobre todo a conocernos mejor a nosotros mismos.

A lo largo de los tiempos la luna ha estado con nosotros. Nace, crece, madura, envejece, muere y vuelve a nacer. La Dama de la Noche, la Señora de las Mareas, la Diosa de las Estrellas... son algunos de sus nombres. Es el satélite natural de la Tierra y se relaciona estrechamente con nosotros mostrándonos, como si fuese un enorme espejo en el cielo, los profundos y simbólicos ciclos de la vida. La Luna posee el poder de la Magia, un poder que inspira, que renueva y nutre el alma.


El elemento Agua, como todos sabemos, está regido por las emociones. Asimismo, sabemos que la luna, al ser el orbe estelar más cercano a nosotros, tiene una potente influencia sobre las grandes masas de agua como los océanos y los mares y por supuesto, sobre los seres humanos ya que estamos compuestos de un 75% de agua. Cuando los brujos realizamos un trabajo mágico, para que funcione lo hacemos desde el corazón. Es cierto que es nuestra mente la que organiza, diseña y crea el ritual pero a la hora de lanzar el hechizo siempre sale de nuestra emoción más profunda. Recordad que la Energía sigue siempre al pensamiento... Y la emoción humana es una de las energías más potentes que existen. Es por esta razón que la luna es de suma importancia a la hora de llevar a cabo nuestros trabajos mágicos. 

La luna transite diferentes fases durante un periodo de 28 días. Como dije antes, actúa como un espejo y si estamos pendientes de sus cambios, observaremos que nos está dando una poderosísima herramienta para conectar con nuestros ciclos internos y con los cambios que vivimos diariamente en el mundo.

En la próxima entrada hablaremos de la Magia que ha de realizarse en el Cuarto Menguante, fase por la que estamos transitando en estos momentos.